El grupo MMM, un reconocido fabricante de tubos para la automoción, ha dado un paso significativo hacia su recuperación al obtener la aprobación judicial de su convenio de acreedores. Este movimiento se produce en un contexto complicado, similar al que enfrentó en 2008, pero con la esperanza de salir fortalecido de esta situación. Jordi Priu, consejero delegado de la compañía, ha expresado su confianza en que esta nueva fase permitirá diversificar el negocio más allá del sector automotriz, que actualmente atraviesa una crisis en Europa.
MMM, con más de 80 años de historia, busca establecer alianzas estratégicas con grandes grupos industriales. Aunque la fórmula de colaboración aún está en discusión, Priu ha enfatizado la necesidad de ganar escala para mantener la competitividad en un mercado en constante cambio. Además, la compañía ha activado un plan para incursionar en la fabricación de componentes para industrias como la defensa, energía y aeronáutica, lo que representa un cambio significativo en su enfoque comercial.
La reciente aprobación del convenio por parte del juzgado mercantil 2 de Barcelona ha proporcionado a MMM un respiro financiero. Sin embargo, este proceso ha llevado a una reestructuración significativa de la empresa. En el marco del concurso, se ha implementado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha reducido la plantilla de la fábrica de Molins de Rei de 150 a 75 empleados. En la planta de Rumanía, el equipo también ha sido reducido, mientras que en México, el negocio ha experimentado un crecimiento, empleando actualmente a unas 140 personas.
Priu ha indicado que, gracias a estos ajustes, la compañía espera dejar atrás los números rojos y proyecta una disminución en la facturación de 74 a 54 millones de euros para este año. Un cambio notable en la estructura de propiedad también ha tenido lugar, ya que la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides) ha adquirido el 40% de MMM tras capitalizar 10 millones de euros en deuda. Este tipo de movimiento es poco común en el ámbito concursal, y aunque Cofides no participará en la gestión diaria, su entrada representa un apoyo crucial para la empresa.
El convenio aprobado incluye una quita de 20 millones de euros y un periodo de espera de diez años para el pago de 28 millones. Este acuerdo ha recibido el respaldo de varios acreedores que representan el 67,5% del total del pasivo, que asciende a 58 millones de euros. Entre estos acreedores se encuentran bancos y proveedores, aunque la Agencia Tributaria ha manifestado su oposición al convenio.
El proceso ha sido supervisado por el administrador concursal Jordi Albiol, de RCD Legal, y MMM ha contado con el apoyo de Francisco Lacasa, de AGM. La situación actual de MMM refleja los desafíos que enfrentan muchas empresas en el sector industrial, especialmente aquellas que dependen en gran medida de la automoción. La diversificación hacia otros sectores puede ser clave para su sostenibilidad a largo plazo.
La historia de MMM es un ejemplo de cómo las empresas pueden adaptarse y buscar nuevas oportunidades incluso en tiempos difíciles. La combinación de una sólida experiencia en el sector y la voluntad de innovar y diversificarse puede ser el camino hacia la recuperación y el crecimiento. A medida que la compañía avanza en esta nueva etapa, será interesante observar cómo se desarrollan sus planes y si logra establecer las alianzas necesarias para fortalecer su posición en el mercado. La capacidad de MMM para navegar por estos cambios y su enfoque proactivo hacia la diversificación serán factores determinantes en su éxito futuro.