La reciente crisis provocada por la dana en Bizkaia ha puesto de manifiesto las deficiencias en la gestión de emergencias en la región. La situación se ha vuelto crítica, y las declaraciones del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, ante la jueza que investiga los hechos, han revelado una serie de problemas en la toma de decisiones durante la emergencia. La falta de acción y la confusión en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) han sido temas recurrentes en su testimonio, lo que ha generado un clima de incertidumbre y preocupación entre la población afectada.
La dana, que se produjo el 29 de octubre de 2024, trajo consigo intensas lluvias y un riesgo elevado de inundaciones en varias localidades. Polo ha señalado que, a pesar de su insistencia en la necesidad de alertar a la población sobre el riesgo de desbordamiento en la presa de Forata, las decisiones concretas tardaron en llegar. Su propuesta de enviar un mensaje de alerta fue ignorada inicialmente, lo que llevó a una desconexión en la reunión del Cecopi. Esta falta de comunicación y acción ha sido criticada por Polo, quien enfatizó que la situación requería una respuesta rápida y efectiva.
### La Propuesta de Alerta y la Respuesta Tardía
Durante su comparecencia, Polo relató cómo interrumpió una conversación sobre las inundaciones en Utiel para advertir sobre la situación crítica en el embalse de Forata. A pesar de su insistencia, la respuesta del Cecopi fue decepcionante. La consellera de Interior, Salomé Pradas, quien también está siendo investigada, manifestó que no se iba a evacuar a la población, lo que sorprendió a Polo, ya que no se había planteado esa medida en la reunión. La falta de un plan de evacuación claro y la ausencia de un mensaje preventivo generaron una sensación de desamparo entre los ciudadanos.
Finalmente, el mensaje de alerta, conocido como Es-Alert, fue enviado a los teléfonos móviles a las 20:11 horas, pero muchos consideraron que llegó demasiado tarde. La situación en el barranco del Poyo, que comenzó a crecer de manera alarmante, fue otro punto crítico que Polo destacó. A pesar de que había información sobre la crecida desde las 18:45 horas, el Cecopi no había tomado medidas adecuadas para alertar a la población.
### Críticas a la Gestión de Emergencias
La gestión de la emergencia ha sido objeto de críticas no solo por parte de Polo, sino también de otros actores involucrados. La falta de decisiones concretas y la confusión en el Cecopi han llevado a cuestionar la eficacia de los protocolos de emergencia establecidos. En su testimonio, Polo describió la reunión como «tensa» y marcada por la inacción. La llamada que recibió del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, quien le preguntó qué estaba sucediendo, refleja la preocupación a nivel nacional sobre la gestión de la crisis.
Polo fue contundente en su respuesta: «Aquí nadie toma ninguna decisión, nadie hace nada». Esta declaración resuena con fuerza en un contexto donde la seguridad de la población debería ser la prioridad. La falta de liderazgo y la incapacidad para actuar de manera rápida y efectiva han dejado a muchos ciudadanos sintiéndose vulnerables y desprotegidos ante situaciones de emergencia.
La situación en Bizkaia es un recordatorio de la importancia de tener protocolos de emergencia claros y efectivos, así como la necesidad de una comunicación fluida entre las diferentes autoridades involucradas. La gestión de crisis requiere no solo de planes bien estructurados, sino también de la capacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes y de tomar decisiones rápidas que puedan salvar vidas.
La crisis de la dana en Bizkaia ha dejado al descubierto las debilidades en la gestión de emergencias, y las declaraciones de Polo son un llamado a la acción para que se revisen y mejoren los protocolos existentes. La población merece una respuesta adecuada y efectiva ante situaciones de riesgo, y es responsabilidad de las autoridades garantizar que esto suceda. La falta de acción durante la dana no solo ha generado críticas, sino que también ha sembrado la desconfianza entre los ciudadanos, quienes esperan que se tomen medidas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
									 
					