El Ayuntamiento de Bilbao ha tomado la decisión de aumentar la tasa de residuos urbanos, que se implementará a partir de 2026, lo que generará un incremento del 45% en el recibo medio de los ciudadanos. Esta medida se fundamenta en la nueva normativa que busca que quienes generan más residuos paguen más, lo que ha llevado a la administración a desestimar la solicitud de bonificación del 30% presentada por la Asociación Hirukide, que representa a las familias numerosas.
La nueva tasa se calculará en función del valor catastral de las viviendas y el número de residentes empadronados, en lugar de basarse en la categoría fiscal de la calle, como se hacía anteriormente. Esta modificación busca cumplir con una directiva europea que obliga a los municipios a asumir el coste total del servicio de gestión de residuos, que actualmente solo se cubre en un 80% a través de los recibos. De esta manera, el Ayuntamiento deberá recaudar 10 millones de euros adicionales para cubrir el déficit.
Carlos Urgoiti, director de gestión tributaria y presupuestos, ha explicado que la alegación de Hirukide es contradictoria con el objetivo de la ley 7/2022, que establece que quienes más residuos generan deben tributar más. La solicitud de bonificación para las familias numerosas se considera un obstáculo para la implementación de esta normativa, que busca incentivar la reducción de residuos. Urgoiti también ha señalado que, en lugar de incluir una bonificación en la tasa de residuos, se optó por aumentar las bonificaciones en la ordenanza fiscal del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para las familias numerosas, lo que se considera una solución más adecuada.
Además de la alegación de Hirukide, el Ayuntamiento también ha rechazado otras alegaciones presentadas por ciudadanos y por la asociación Izan Autokrazia Elkartea, que planteaban cuestiones similares. Urgoiti ha indicado que estas alegaciones no tienen base jurídica y se han desestimado tras un análisis detallado. Los ciudadanos argumentaron que el expediente no se había expuesto adecuadamente y que no se había dado un plazo suficiente para realizar alegaciones, pero el director de gestión tributaria ha respondido a cada uno de estos puntos con fundamentos legales.
El aumento de la tasa de basuras ha generado un debate en la ciudad, especialmente entre las familias numerosas que se verán afectadas por el incremento. La decisión del Ayuntamiento de no aceptar la bonificación solicitada ha sido criticada por algunos sectores que consideran que las familias con más integrantes deberían recibir un trato preferencial en este tipo de impuestos. Sin embargo, la administración municipal defiende su postura argumentando que la nueva normativa busca una mayor equidad en la distribución de los costos del servicio de residuos.
La implementación de la nueva tasa de residuos se enmarca en un contexto más amplio de sostenibilidad y gestión de residuos en Bilbao. La ciudad ha estado trabajando en diversas iniciativas para reducir la generación de residuos y fomentar el reciclaje entre sus ciudadanos. La nueva tasa es parte de un esfuerzo por hacer que los ciudadanos sean más conscientes de su consumo y de la cantidad de residuos que generan.
El Ayuntamiento ha señalado que, aunque la subida de la tasa puede parecer elevada, es necesaria para garantizar la sostenibilidad del servicio de gestión de residuos en el futuro. La administración también ha indicado que se están llevando a cabo campañas de concienciación para informar a los ciudadanos sobre la importancia de reducir residuos y reciclar adecuadamente.
En resumen, la decisión del Ayuntamiento de Bilbao de aumentar la tasa de basuras y rechazar la bonificación solicitada por las familias numerosas refleja un cambio en la forma en que se gestionan los residuos en la ciudad. A medida que se implementan estas nuevas políticas, será crucial observar cómo responden los ciudadanos y si se logran los objetivos de sostenibilidad y reducción de residuos que se han propuesto. La gestión de residuos es un tema complejo que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad, y el Ayuntamiento de Bilbao parece estar tomando medidas firmes para abordar este desafío.