El caso de la visita de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, a España en enero de 2020 ha resurgido con fuerza tras las recientes declaraciones de Carolina Perles, exesposa del exministro José Luis Ábalos. Este episodio, conocido como el ‘Delcygate’, ha dejado una estela de controversias y acusaciones que involucran a altos funcionarios del gobierno español y plantea serias interrogantes sobre la transparencia y la ética en la política del país.
### La Visita Controvertida de Delcy Rodríguez
El 20 de enero de 2020, Delcy Rodríguez aterrizó en el Aeropuerto de Barajas, a pesar de tener prohibida la entrada en España y en el resto de la Unión Europea debido a las sanciones impuestas por su vinculación con el régimen de Nicolás Maduro. Según Carolina Perles, su exmarido, José Luis Ábalos, recibió instrucciones del presidente del Gobierno y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para acudir al aeropuerto a recibir a Rodríguez. Perles ha afirmado que Ábalos se desplazó al aeropuerto sin seguridad, acompañado únicamente por su asesor, Koldo García, lo que añade un nivel de gravedad a la situación.
La llegada de Rodríguez no fue un simple encuentro protocolario. Según testimonios, la vicepresidenta venezolana llegó a Barajas con la expectativa de mantener reuniones con altos funcionarios del gobierno español, incluyendo al propio Pedro Sánchez. Sin embargo, el encuentro se vio envuelto en un ambiente de tensión, ya que Rodríguez se quejó de que su llegada no había sido tan discreta como esperaba, lo que la llevó a sentirse engañada. Este episodio ha sido calificado por muchos como un intento del gobierno español de acercarse a un régimen que ha sido ampliamente criticado por su falta de democracia y violaciones de derechos humanos.
### Revelaciones de Carolina Perles y sus Implicaciones
Las declaraciones de Carolina Perles han añadido una nueva capa de complejidad al caso. En una reciente entrevista, Perles reveló que Ábalos había solicitado al director de Aena que borrara las grabaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto que captaron la llegada de Rodríguez. Este intento de ocultar pruebas ha suscitado preocupaciones sobre la posible obstrucción a la justicia y la falta de transparencia en el manejo de este asunto por parte del gobierno.
Además, Perles ha compartido detalles sobre la relación de Ábalos con Koldo García, a quien ha descrito como un «matón» y una mala influencia. García, quien tiene un pasado como portero de un club nocturno, ha sido señalado como una figura clave en la organización de la visita de Rodríguez y en la gestión de las relaciones entre el gobierno español y el régimen venezolano. Las grabaciones secretas de conversaciones entre García y otros funcionarios han revelado supuestas comisiones ilegales relacionadas con obras públicas, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la integridad del exministro.
El escándalo ha tenido repercusiones políticas significativas. La oposición, liderada por figuras como Alberto Núñez Feijóo y Cuca Gamarra, ha redoblado sus esfuerzos para acusar al gobierno de Sánchez de lucrarse con la prostitución y de mantener relaciones inapropiadas con un régimen tan controvertido como el de Maduro. Estas acusaciones han sido alimentadas por la percepción de que el gobierno ha manejado el caso de manera poco transparente y ha intentado ocultar información relevante.
### La Respuesta del Gobierno y el Futuro del Caso
A medida que las revelaciones continúan saliendo a la luz, el gobierno español se enfrenta a una creciente presión para aclarar su papel en el ‘Delcygate’. A pesar de las negativas iniciales de Ábalos sobre su encuentro con Rodríguez, las pruebas han comenzado a acumularse, lo que ha llevado a un clima de desconfianza hacia las versiones oficiales. La Fiscalía Anticorrupción ha admitido que el viaje de Rodríguez se produjo en «circunstancias nada claras», lo que sugiere que podría haber más en juego de lo que se ha revelado hasta ahora.
El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha decidido no investigar la visita de Rodríguez, pero la presión pública y política podría forzar un cambio en esta decisión. La situación se complica aún más con la inminente llegada de elecciones, donde la oposición podría capitalizar este escándalo para debilitar al gobierno de Sánchez.
El ‘Delcygate’ no solo ha expuesto las conexiones entre el gobierno español y el régimen venezolano, sino que también ha planteado preguntas sobre la ética y la responsabilidad en la política. A medida que más detalles emergen, la atención se centrará en cómo el gobierno maneja este escándalo y qué implicaciones tendrá para el futuro político de España.