El FC Barcelona ha tomado una decisión importante en relación a su participación en la próxima edición de la Champions League. A pesar de las obras en curso en el Spotify Camp Nou, el club ha comunicado a la UEFA su intención de jugar en su estadio renovado. Sin embargo, también ha preparado un plan alternativo en caso de que los plazos de finalización de las obras no se cumplan. Esta estrategia refleja tanto la ambición del club como la necesidad de ser realista ante posibles contratiempos.
### La Elección del Estadio: Spotify Camp Nou como Prioridad
El Barça ha decidido adelantarse a la fecha límite del 28 de agosto, cuando se llevará a cabo el sorteo de la fase de grupos de la Champions, y ha manifestado su preferencia por jugar en el Spotify Camp Nou. Esta decisión es un paso significativo para el club, que busca regresar a su hogar tras las reformas que están transformando el estadio en uno de los más modernos de Europa. La dirección del club ha mantenido un contacto constante con la UEFA para asegurarse de que todos los permisos y certificados necesarios estén en orden antes de la fecha límite.
Sin embargo, la situación es delicada. A pesar de la ilusión por volver a casa, el Barça es consciente de que los plazos pueden apretar. Por ello, han decidido tener un ‘plan B’ en Montjuïc, donde se encuentra el Estadi Olímpic Lluís Companys. Este estadio se ha convertido en una opción viable para el club, ya que el Ayuntamiento de Barcelona ha acordado extender la licencia de uso hasta febrero, lo que cubriría toda la fase de grupos y, si fuera necesario, los playoffs previos a octavos de final.
El club ha solicitado jugar su primer partido de la fase de grupos fuera de casa, lo que les permitiría ganar tiempo para completar las obras en el Spotify Camp Nou. De esta manera, el equipo podría debutar como local a finales de septiembre o principios de octubre, lo que les daría un margen crucial para asegurar que el estadio esté listo para recibir a los aficionados.
### La Reacción de los Expertos y Aficionados
La noticia de que el Barça tiene un plan alternativo ha generado un amplio debate entre aficionados y expertos en el ámbito deportivo. En un programa de radio, se discutió la seriedad de la situación. Algunos colaboradores expresaron su apoyo al club, enfatizando la importancia de que el Barça pueda inaugurar su estadio lo antes posible. Por otro lado, otros fueron más críticos, sugiriendo que la imagen que transmite el club es de falta de seriedad, dado que han cambiado las fechas y plazos en varias ocasiones.
Alejandro Segura, un periodista deportivo, destacó que el plan B en Montjuïc es una opción que otros clubes han utilizado en situaciones similares. Esta flexibilidad podría ser clave para el Barça, que no quiere arriesgarse a perder la oportunidad de jugar en la Champions League en su propio estadio. La presión está sobre el club para que cumpla con los plazos establecidos, y la incertidumbre sobre la finalización de las obras añade un nivel adicional de tensión.
La situación también plantea preguntas sobre el impacto que esto podría tener en la afición. Los seguidores del Barça han estado esperando ansiosamente el regreso a su estadio, y la posibilidad de jugar en Montjuïc podría ser vista como un inconveniente. Sin embargo, muchos también comprenden la necesidad de ser pragmáticos en este tipo de situaciones, especialmente cuando se trata de un torneo tan prestigioso como la Champions League.
En resumen, el FC Barcelona se encuentra en una encrucijada. La ambición de jugar en el Spotify Camp Nou se enfrenta a la realidad de las obras en curso y la necesidad de cumplir con los plazos establecidos. Con un plan B en Montjuïc, el club se asegura de tener una alternativa viable, pero la presión está sobre ellos para que todo salga según lo planeado. La próxima fase de la Champions League será un momento crucial para el Barça, y todos los ojos estarán puestos en cómo manejarán esta situación.