En el corazón de Bilbao, la Aste Nagusia se ha convertido en un evento emblemático que no solo celebra la cultura y la diversidad de la ciudad, sino que también plantea importantes reflexiones sobre la convivencia y el respeto mutuo. Durante la tradicional recepción que el Ayuntamiento ofrece a la sociedad bilbaina, el alcalde Juan Mari Aburto hizo un llamado a la responsabilidad compartida para asegurar que las festividades se desarrollen en un ambiente de respeto y civismo.
La Aste Nagusia, que atrae a más de un millón de personas en solo nueve días, es considerada el evento internacional más significativo de Bilbao y de los territorios vascos. En este contexto, Aburto destacó la importancia de mantener un ambiente festivo que refleje los valores de la ciudad, como la solidaridad, la diversidad y la multiculturalidad. En su discurso, el alcalde no solo celebró la pluralidad de la Aste Nagusia, sino que también hizo un llamado a la acción contra las conductas incívicas que pueden empañar la experiencia de estas fiestas.
### La Importancia de la Responsabilidad Compartida
El alcalde Aburto enfatizó que la Aste Nagusia debe ser un espacio donde todos los ciudadanos puedan disfrutar sin perturbar a los demás. En su intervención, hizo un claro llamado a rechazar las actitudes irrespetuosas y a fomentar un comportamiento que respete a todos, independientemente de sus diferencias. «Disfrutar sin molestar» se convirtió en un mantra que resonó en el Salón Árabe, donde se llevó a cabo la recepción.
Aburto también abordó la necesidad de reconocer que las conductas incívicas no son solo responsabilidad de un pequeño grupo de personas, sino que pueden surgir de aquellos que, aunque no tienen malas intenciones, contribuyen a un ambiente negativo al ensuciar, gritar o actuar de manera irresponsable. Este enfoque inclusivo busca que cada ciudadano asuma un papel activo en la creación de un entorno más respetuoso y agradable para todos.
El alcalde no escatimó en advertencias sobre las consecuencias de estas actitudes. «No es no; solo sí es sí» fue uno de los mensajes clave que lanzó, instando a la comunidad a unirse en la lucha contra la intolerancia y el incivismo. Aburto subrayó que la responsabilidad no recae únicamente en las autoridades o en las fuerzas de seguridad, sino que debe ser un esfuerzo colectivo donde cada ciudadano se comprometa a cuidar su entorno y a sus conciudadanos.
### Celebrando la Diversidad y la Cultura
La Aste Nagusia es un reflejo de la rica diversidad cultural de Bilbao. En su discurso, Aburto destacó cómo las festividades permiten que se escuchen y se vean múltiples culturas y acentos, enriqueciendo la experiencia de todos los que participan. Este evento no solo es una celebración de la ciudad, sino también una oportunidad para mostrar al mundo la hospitalidad y el carácter vibrante de Bilbao.
El alcalde también hizo hincapié en la necesidad de cuidar la imagen de la ciudad durante estas festividades. Con más de un millón de visitantes, Aste Nagusia es una vitrina que muestra lo mejor de Bilbao. Por ello, Aburto instó a todos a cuidar la ciudad y a fortalecer la imagen que se proyecta hacia el exterior. La Aste Nagusia no solo es una fiesta; es una oportunidad para que Bilbao se posicione como un destino turístico de primer nivel, comparable a cualquier evento internacional.
El reconocimiento a aquellos que hacen posible la Aste Nagusia también fue un punto destacado en la recepción. Desde los trabajadores del Ayuntamiento hasta los artistas y las comparsas, cada uno juega un papel crucial en la creación de un ambiente festivo que todos pueden disfrutar. Aburto agradeció a todos los involucrados, subrayando que su esfuerzo colectivo es lo que convierte a la Aste Nagusia en «las mejores fiestas del mundo».
La Aste Nagusia, por lo tanto, no es solo un evento de celebración, sino un llamado a la acción para todos los bilbainos. Es un recordatorio de que la convivencia pacífica y el respeto mutuo son fundamentales para disfrutar plenamente de la cultura y la diversidad que la ciudad tiene para ofrecer. En un mundo donde las divisiones y los conflictos son comunes, la Aste Nagusia se erige como un faro de esperanza y unidad, invitando a todos a participar en la construcción de un Bilbao mejor y más inclusivo.