Benidorm, conocida por sus impresionantes rascacielos y sus playas de arena dorada, se ha consolidado como un referente en el sector turístico tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, más allá de su atractivo visual, la ciudad ha sabido posicionarse como un ejemplo de desarrollo sostenible, un aspecto que ha cobrado especial relevancia en el contexto actual. Con una población de aproximadamente 75,000 habitantes, Benidorm recibe más del 40% del turismo que llega a la Comunitat Valenciana, lo que la convierte en un destino clave en la región.
### Un Urbanismo Sostenible y Eficiente
Desde la aprobación de su Plan General en la década de 1950, Benidorm ha sido objeto de estudio por arquitectos y urbanistas que la consideran un modelo de sostenibilidad. La ciudad ha optado por la construcción en altura, lo que permite albergar a un gran número de personas en un espacio reducido, minimizando el uso del suelo. Este enfoque no solo es eficiente, sino que también ha contribuido a la creación de un entorno urbano más saludable.
La disposición de sus edificios, con amplias avenidas y una separación significativa entre ellos, ha facilitado un flujo constante de aire, mejorando la calidad del aire en la ciudad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Benidorm se encuentra entre las ciudades con mejor calidad del aire en España. Esta característica, junto con el desarrollo de un ‘anillo verde’ que incluye áreas naturales como El Moralet y el Parc de la Sèquia Mare, refuerza la imagen de Benidorm como una ciudad que respeta su entorno natural.
El alcalde actual, Toni Pérez, ha enfatizado la importancia de estas inversiones en sostenibilidad, destacando que Benidorm no solo es un destino turístico, sino también un lugar donde sus habitantes pueden disfrutar de un entorno saludable. «Benidorm tiene un litoral azul, marcado por el Mediterráneo; y otro verde, representado por nuestras áreas naturales», afirma Pérez.
### Desafíos Hídricos y Movilidad Sostenible
Uno de los retos más significativos que enfrenta Benidorm es el suministro de agua. Históricamente, la ciudad ha lidiado con un déficit hídrico, un problema que se remonta a sus orígenes como un pequeño pueblo pesquero. Sin embargo, a lo largo de los años, se han implementado medidas para mejorar la red de suministro de agua, logrando un aprovechamiento del 96%, muy por encima de la media europea del 73%. Este esfuerzo ha permitido que el consumo de agua en 2025 sea un 18% menor que hace 25 años, a pesar de que la población y el número de turistas han aumentado significativamente.
La movilidad sostenible también ha sido una prioridad en Benidorm. Más del 70% de los desplazamientos se realizan a pie, en bicicleta o mediante vehículos de movilidad personal, gracias a la infraestructura de más de 140 kilómetros de carriles bici y ciclovías. La reciente implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) ha sido bien recibida, ya que el tráfico ya estaba restringido en muchas áreas de la ciudad, lo que ha evitado el caos que a menudo acompaña a este tipo de iniciativas en otras ciudades.
El éxito de Benidorm ha llevado a otros destinos a intentar replicar su modelo, aunque no siempre con resultados positivos. Algunos proyectos han terminado siendo versiones ‘low cost’ de la ciudad, lo que subraya la singularidad del enfoque de Benidorm hacia el turismo y la sostenibilidad.
A medida que Benidorm se acerca a su centenario como destino turístico, continúa recibiendo reconocimientos internacionales por su compromiso con el urbanismo y el turismo sostenible. Premios como el European Green Pioneer of Smart Tourism, otorgado por la Comisión Europea, son prueba de su liderazgo en este ámbito.
En resumen, Benidorm no solo es un destino turístico atractivo, sino también un ejemplo de cómo la planificación urbana y la sostenibilidad pueden ir de la mano. La ciudad ha demostrado que es posible ser un líder en turismo mientras se cuida el medio ambiente y se mejora la calidad de vida de sus habitantes. Con su combinación de rascacielos, playas y áreas verdes, Benidorm se presenta como un lugar donde el azul del mar y el verde de la naturaleza coexisten en armonía.