El mes de junio de 2025 cerró con cifras récord en el ámbito laboral en España, alcanzando un total de 21,86 millones de afiliados a la Seguridad Social. Sin embargo, este panorama optimista esconde una problemática recurrente que afecta a un sector clave: la educación. Cada año, al finalizar el curso escolar, se produce una notable reducción de empleo que se intensifica durante los meses de verano, especialmente en julio y agosto. Este fenómeno se traduce en despidos masivos de docentes, quienes son contratados nuevamente al inicio del nuevo año escolar.
Los datos de la Seguridad Social revelan que el 67% de los despidos en el sector educativo se concentran en academias y centros deportivos, donde la mayoría de los contratos son de tipo fijo discontinuo. Este tipo de contrato, diseñado para facilitar la alternancia entre periodos de actividad y desempleo, ha llevado a que un gran número de docentes se enfrenten a la incertidumbre laboral cada año. En el último día de junio, se registraron 145.471 afiliados menos en el sector educativo, lo que representa una caída del 11%.
### Despidos en el Sector Educativo: Un Patrón Recurrente
El análisis de los datos muestra que la categoría de “Otros Centros Educativos”, que incluye academias, centros deportivos y cooperativas de trabajo asociado, fue la más afectada, con una pérdida de 97.202 cotizantes, lo que equivale a una reducción del 25%. En contraste, los centros privados experimentaron una disminución del 13%, con 16.685 empleos menos, mientras que los centros públicos vieron una caída del 4%, lo que se traduce en 26.800 despidos. Los centros concertados, por su parte, registraron una disminución del 3,32%, con 4.758 despidos.
Es importante destacar que estos datos corresponden al último día de junio, un momento en el que es habitual observar una rescisión significativa de contratos. En este contexto, la caída de 145.471 afiliados en la educación a finales de junio se vuelve más comprensible, aunque la media del mes muestra una reducción menos drástica, de aproximadamente 55.000 cotizantes.
El patrón de despidos en el sector educativo se ha mantenido constante a lo largo de los años. Según María Jesús Fernández, economista senior de Funcas, “se despide en junio, julio y en agosto, aunque un poco menos en este último mes, y luego llega un crecimiento de las contrataciones en septiembre, octubre y noviembre”. Este ciclo de despidos y contrataciones genera una inestabilidad laboral que afecta no solo a los docentes, sino también a los estudiantes y a la calidad de la educación.
### La Realidad de los Contratos Fijos Discontinuos
La mayoría de los despidos en el sector educativo se concentran en los contratos fijos discontinuos, que representan el 67% del total de las bajas de afiliación. En academias y centros deportivos, este porcentaje se eleva a un alarmante 90%. Este tipo de contrato, que debería ofrecer cierta seguridad laboral, en la práctica se traduce en una incertidumbre constante para los docentes, quienes deben esperar hasta el inicio del nuevo curso para ser readmitidos.
Desde el sindicato CC.OO., se señala que muchos de los afectados por estos despidos son aquellos que participan en actividades extraescolares, como talleres de ocio, clases de idiomas y servicios de comedores escolares. En el caso de la enseñanza pública, aunque se observa un efecto de despidos en junio, el impacto se siente con mayor fuerza en julio. Los interinos que ocupan plazas vacantes no se ven afectados, ya que sus contratos se extienden hasta el 31 de agosto. Sin embargo, aquellos que ocupan vacantes con un funcionario titular sí enfrentan la posibilidad de ser despedidos.
La duración de estos contratos depende de las regulaciones de cada comunidad autónoma, que varían considerablemente. Algunas comunidades tienen políticas más estrictas que solo permiten cubrir vacantes, mientras que otras mantienen el contrato si el sustituto ha trabajado un mínimo de días durante el curso escolar. Por ejemplo, en Catalunya, se exige haber trabajado seis meses durante el curso, un día en el último trimestre y haber participado en cursos de formación para mantener el contrato.
Este ciclo de despidos y contrataciones en el sector educativo plantea serias preguntas sobre la estabilidad laboral de los docentes y la calidad de la educación que reciben los estudiantes. La necesidad de una revisión de las políticas laborales en este sector es evidente, ya que la educación es un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad y no puede estar sujeta a la inestabilidad que generan estos patrones estacionales.