La reciente sesión de control en el Congreso ha estado marcada por un ambiente de tensión y acusaciones entre los diferentes grupos políticos. En el centro de la controversia se encuentra el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, quien se enfrenta a una posible imputación por parte del juez Juan Carlos Peinado. Este último ha solicitado al Tribunal Supremo que investigue a Bolaños por malversación y falso testimonio, lo que ha desatado una serie de reacciones en el hemiciclo.
La sesión, que tuvo lugar el miércoles, fue notable por la ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se encontraba participando en la cumbre de la OTAN y el Consejo Europeo en Bruselas. Esto dejó a Bolaños como el principal representante del Ejecutivo en un momento crítico, donde el Partido Popular (PP) ha intensificado su ofensiva contra el Gobierno, especialmente en relación con el caso Koldo.
### Acusaciones y Defensa de Bolaños
Durante su intervención, Félix Bolaños se defendió de las acusaciones, afirmando que la «injusticia» de la petición del juez se aclarará en unas semanas. Esta declaración fue realizada en respuesta a la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, quien exigió un balance de su gestión como ministro. Bolaños, visiblemente afectado por la situación, insistió en que se habían cometido «errores de bulto» en la exposición del juez Peinado y que la verdad saldría a la luz en breve.
Las palabras de Bolaños fueron recibidas con escepticismo por parte de la oposición. Cuca Gamarra, portavoz del PP, no tardó en señalar que el cerco se estrechaba alrededor del Gobierno y que Sánchez estaba al tanto de la situación desde el principio. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, respondió a las críticas del PP, defendiendo la legitimidad del Gobierno y acusando a la oposición de temer a la justicia y a la verdad.
El ambiente se tornó aún más tenso cuando Miguel Tellado, portavoz del PP, acusó a la vicepresidenta primera, Yolanda Díaz, de ser cómplice de la corrupción del PSOE. Esta acusación provocó un intercambio acalorado entre los miembros del Gobierno y la oposición, lo que llevó a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a intervenir para mantener el orden en la sala.
### Reacciones de la Oposición y Demandas de Transparencia
La oposición no se limitó a las acusaciones verbales. Varios diputados, incluidos los de EH Bildu, exigieron medidas más contundentes contra la corrupción, pidiendo que se castigue tanto a los corruptos como a las empresas que facilitan la corrupción. Oskar Matute, diputado de EH Bildu, enfatizó la necesidad de que los corruptores y corruptos enfrenten consecuencias severas, sugiriendo que deberían ser excluidos de cualquier adjudicación pública.
La sesión de control se convirtió en un escenario de confrontación, donde los gritos de «dimisión» por parte de los diputados del PP resonaron en el hemiciclo. La presidenta del Congreso, en un tono irónico, describió la situación como un «maravilloso espectáculo», lo que subraya la atmósfera de caos y descontento que se vivió durante la sesión.
A medida que la sesión avanzaba, las preguntas del PP se centraron en Bolaños, pero también se dirigieron a la vicepresidenta María Jesús Montero, especialmente en relación con el caso Ábalos-Cerdán-Koldo. La presión sobre el Gobierno se intensifica, y los socios de investidura, como Junts y EH Bildu, también están exigiendo claridad sobre los pasos a seguir por parte del Ejecutivo.
La situación se complica aún más con la próxima comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien deberá explicar las causas del apagón ocurrido en abril y las supuestas interferencias en las investigaciones de la UCO. Este contexto añade más presión sobre el Gobierno, que se encuentra en una encrucijada política, con la oposición al acecho y la necesidad de mantener la confianza pública.
La sesión de control ha dejado claro que el clima político en España es cada vez más tenso, con acusaciones de corrupción volando de un lado a otro y un Gobierno que se esfuerza por mantener su legitimidad ante un panorama adverso. La respuesta de Bolaños y la dinámica entre los diferentes partidos políticos serán cruciales en las próximas semanas, a medida que se desarrollen los acontecimientos en torno a las investigaciones y las acusaciones que han sacudido al Gobierno.