La reciente creación de la Alianza Financiera Vasca por parte del Gobierno vasco ha generado un gran interés en el ámbito económico y social de la región. Este esfuerzo busca movilizar el ahorro y la inversión privada para fomentar la reindustrialización y consolidar el empleo en Euskadi. En este contexto, Ignacio Etxebarria, presidente de la Federación de Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV), ha compartido su visión sobre la importancia de esta alianza y su impacto en el tejido empresarial vasco.
### La Alianza Financiera Vasca: Un Nuevo Horizonte para la Inversión
La Alianza Financiera Vasca, lanzada en marzo, tiene como objetivo principal atraer el ahorro privado hacia proyectos que promuevan el desarrollo económico de Euskadi. Entre las entidades que forman parte de esta iniciativa se encuentra la EPSV, que agrupa a 68 entidades con un patrimonio que supera los 30.800 millones de euros. Sin embargo, actualmente solo un 6% de este patrimonio está invertido en la región, principalmente en deuda pública y en algunas empresas destacadas como Iberdrola y Tubacex.
Etxebarria ha enfatizado que la EPSV no realiza inversiones directas, sino que actúa como intermediaria, permitiendo que las entidades decidan cómo y dónde invertir. La colaboración público-privada es fundamental en este proceso, y se espera que el Instituto Vasco de Finanzas (IVF) gestione las propuestas de inversión que se presenten. El IVF está actualmente trabajando en un estudio que determinará qué tipos de proyectos son viables y atractivos para las entidades involucradas.
La clave para el éxito de la Alianza radica en la capacidad de identificar proyectos que cumplan con criterios de riesgo y rentabilidad. Etxebarria ha señalado que, aunque la EPSV tiene interés en invertir en Euskadi, las decisiones finales dependen de cada entidad y de los activos que se consideren aptos para la inversión. La colaboración entre el Gobierno y las entidades es esencial para garantizar que se seleccionen los proyectos más prometedores.
### Desafíos y Oportunidades en la Previsión Social
Uno de los principales retos que enfrenta la EPSV es la baja penetración de la previsión social voluntaria en la población. A pesar de que el año pasado se registraron aportaciones significativas, el crecimiento en el número de socios ha sido limitado. Etxebarria ha destacado que las únicas entidades que han visto un aumento en sus socios son aquellas dirigidas a autónomos, lo que indica una necesidad de adaptar la oferta a las demandas del mercado laboral actual.
La EPSV se enfrenta a la dificultad de atraer a trabajadores más jóvenes, quienes tienden a incorporarse al sistema de previsión social a partir de los 45 años. Para cambiar esta tendencia, Etxebarria sugiere que es fundamental que los sindicatos promuevan la inclusión de la previsión social en las negociaciones colectivas. Esto podría facilitar que más trabajadores se sumen a la EPSV desde una edad temprana, asegurando así una mayor estabilidad financiera en el futuro.
Además, la reciente revisión fiscal acordada a nivel foral ha sido recibida con satisfacción por parte de la EPSV. Esta reforma reconoce la previsión social voluntaria como un sistema de protección social, lo que podría incentivar a más personas a participar. La revisión también busca equiparar la tributación de las aportaciones a la previsión social con otros instrumentos de inversión, lo que podría hacer que este sistema sea más atractivo para los ahorradores.
Etxebarria ha subrayado que la previsión social no debe ser vista como un sustituto del sistema público de pensiones, sino como un complemento que ayuda a garantizar una jubilación digna. La EPSV tiene como objetivo que, a largo plazo, el 75% de la población activa cuente con una pensión complementaria que represente el 20% de su último salario. Para lograr esto, es crucial fomentar una cultura de ahorro desde una edad temprana y facilitar el acceso a la previsión social.
La Alianza Financiera Vasca representa una oportunidad única para fortalecer el tejido empresarial de Euskadi y mejorar la situación de la previsión social en la región. A medida que se desarrollen los proyectos y se movilicen los recursos, será fundamental mantener un enfoque colaborativo entre el sector público y privado para garantizar que se logren los objetivos establecidos. La participación activa de las entidades de previsión social será clave para el éxito de esta iniciativa, así como para asegurar un futuro financiero más sólido para los ciudadanos de Euskadi.